Viñedos y Bodegas Aguere, productores de vino ecológico con financiación de Triodos Bank
Estoy a favor del beneficio. Creo que es un dinamizador de la vida personal y comunitaria e indicador de buena gestión. Como explicaba en el libro Dinero y Conciencia, en el que dedico una breve sección a este interesante tema, el beneficio es bueno, y en caso contrario lo llamaríamos maleficio. Lo que ocurre es que el beneficio se pervierte en el momento en que se busca por sí mismo y a cualquier precio.
El beneficio es la consecuencia de la creacion de riqueza, no su causa. Si se invierte el orden y se pone el beneficio como punto de partida y única prioridad, entonces ya no importa si contaminas o no, si trabajan para ti personas en régimen de esclavitud (niños, prostitutas, traficantes de personas o de drogas), si los humildes habitantes de los bosques tropicales son ahuyentados de la tierra de sus padres y los bosques son talados para someterlo todo al cultivo de una soja cuyo valor esta en alza en el mercado…
El modelo de banca con valores o banca ética de Triodos Bank es un ejemplo de esta concepción del beneficio, para mí la única correcta. El beneficio solo lo es cuando no se generan resultados económicos a costa de la destrucción gratuita de recursos o el empeoramiento de la vida de las personas. Eso no es beneficioso, por lo menos para la mayoría. Por esa razón, con el capital de sus clientes, las finanzas éticas promueven proyectos socialmente positivos, como la agricultura ecológica, el comercio justo, la cooperación al desarrollo, la tecnología medioambiental o la innovacion sostenible.
Sobre este tema versa el artículo de Xavier Teis, promotor de FETS y firme defensor de Triodos Bank y de otros modelos de finanzas éticas, que aprovecho para recomendar desde aquí.