Entradas con la etiqueta ‘cambiar el mundo’

Por: Joan Antoni Melé | 24 de abril de 2013 | 1 comentario »

Somos una parte imprescindible de la solución

Actuar con conciencia

Personas y empresas, sujetos activos de cambio (Imagen: Triodos Bank)

Después de cuatro años de una intensa y grave crisis económica, mucha gente se pregunta con angustia: ¿cuándo acabará esta crisis? Y es una pregunta inadecuada, porque nadie la puede contestar, y además, aunque alguien pudiera hacerlo, de nada nos serviría.

Pero sí que existen dos preguntas importantes, que no solo son adecuadas, sino que es urgente que todos reflexionemos sobre ellas si queremos salir algún día de la crisis. La primera es: ¿por qué hemos llegado a esta crisis? Y la segunda: ¿cómo deberíamos salir de ella? Porque si entendemos realmente lo que ha sucedido, y no nos limitamos de forma automática a responsabilizar exclusivamente a los banqueros y a los políticos, entonces descubriremos que todos tenemos una parte de responsabilidad en el problema, pero que también somos una parte imprescindible de la solución.

A mi modo de ver, la causa final de todo el problema es la pérdida de sentido de la vida del propio ser humano, y, en consecuencia, de la mayoría de sus actividades. En los siglos XIX y XX se ha desarrollado una visión materialista y mecanicista del ser humano y de su existencia en la Tierra, y ello ha llevado a aceptar de forma implícita el modelo darwinista de la lucha por la supervivencia. Parece que la vida no tiene un sentido en si misma, y que el único objetivo es sobrevivir el mayor tiempo posible y hacerlo con el mayor placer y la mayor comodidad a nuestro alcance. En esa lucha por la supervivencia, parece que quienes tienen las de ganar son los más fuertes o los que saben adaptarse mejor.

De sobrevivir a vivir

Esta deformación del modelo teórico con el que Haeckel y Darwin intentaron explicar la evolución de las especies en la naturaleza ha acabado imponiéndose como un dogma incuestionable y, además, se ha tomado como modelo en el mundo económico. Las empresas luchan por sobrevivir en el mercado, y tienen claro que deben ser fuertes y deben saber adaptarse si quieren superar a sus competidores. Encontramos este modelo tan normal, que así se enseña y se transmite en las escuelas y en las universidades. Se afirma que estamos en un mercado libre, en el que impera la ley de la oferta y la demanda, que cada uno debe buscar el máximo beneficio personal y que el propio mercado ya lo regulará todo.

Pero llevamos más de dos siglos defendiendo esta forma de hacer las cosas y las crisis han ido aumentando, y también el sufrimiento de millones de personas, a la vez que hemos ido destruyendo el planeta en el que habitamos hasta llegar a una situación insostenible que podría llegar a no tener retorno. Ya no podemos seguir defendiendo este modelo de economía y este modelo de empresas, basadas únicamente en la maximización de los beneficios a corto plazo y sin ningún sentido o misión en su actividad, sin ningún tipo de responsabilidad social o medioambiental. Cada vez más, unas pocas personas acumulan riquezas inmensas, y son miles de millones las que no llegan al mínimo para poder vivir en condiciones. En las empresas sobra miedo y codicia, y falta conciencia global, falta un sentido.

Empresas y personas como sujetos activos del cambio

Una empresa no es una actividad que se emprende para ganar dinero, sino porque se ha tenido una idea que se piensa que es creativa, que aportará valor a la sociedad, que ayudará a que mejore la calidad de vida de las personas o el medioambiente. Por supuesto que una empresa debe tener beneficios, pero el beneficio no debería ser el objetivo sino solo el resultado. Si una empresa produce algo que es útil para el mundo, y lo hace de forma eficiente, al final de año tendrá unos beneficios que indicarán que lo ha hecho bien y que ha creado riqueza; en este caso, el beneficio, el dinero, debería ser un indicador de la riqueza creada. Cuando se invierte el orden de valores, y el beneficio pasa por delante de las personas y del planeta, entonces se llega a la situación destructiva actual, que acaba volviéndose en contra de los mismos que la han iniciado como si fuera un boomerang.

La nuevas empresas que permitirán que algún día salgamos de la crisis, pero que salgamos todos los seres humanos, no solo unos cuantos de algunos países, son aquellas que ya han comenzado a cambiar los modelos del pasado. Son empresas que se fundamentan en personas interesadas por los otras personas, y que establecen un nuevo tipo de relaciones de carácter más orgánico. En un organismo cada célula o cada órgano está en relación con el conjunto, y todo lo que hace repercute en las otras células, a la vez que le afecta todo lo que hacen las demás. Esta es la diferencia entre un organismo y un mecanismo.

Muchas empresas actuales tienen estructura de mecanismo, en donde las personas son solo piezas de una máquina, y en donde nadie tiene conciencia de lo que hacen los demás ni tiene opción de tener iniciativa. En cambio, en las nuevas empresas las personas dejan de ser solo recursos, y pasan a ser sujetos activos del cambio.

El mejor marketing es ser auténtico

Curiosamente, el hecho de tener “un sentido” o una misión, es decir, el hecho de estar enfocados en ser útiles a la sociedad y en la voluntad de aportar valor, se convierte indirectamente en una oportunidad y en la mejor estrategia de marketing. Y quiero que no se me malinterprete, no digo que tengamos que hacer estrategias de parecer “buenos” para vender más, sino que con la crisis son cada vez más las personas que han despertado a la conciencia, que se han dado cuenta de que si nuestro comportamiento no es ético en todo lo que hacemos, entonces no tendremos futuro.

Esos miles o millones de personas que ya han hecho el cambio de conciencia y han decidido comprometerse para conseguir ese “otro mundo posible” del que todos hablan, esas personas apostarán cada vez más por un consumo responsable y favorecerán a las empresas éticas, mientras que penalizarán a las que no lo son. El mejor marketing es ser auténtico y transparente, esto es lo que hoy abre más oportunidades.

No podemos esperar ya más para implicarnos personalmente en el cambio de modelo. No somos lo suficientemente conscientes de que los graves problemas de hambre, escasez de recursos y enfermedades provocadas por la contaminación del aire, del agua y de la tierra, que hoy afectan a millones de personas, pueden llegarnos en cualquier momento a nosotros, al igual que nos ha llegado la crisis económica cuando vivíamos dormidos en la opulencia y en el consumo irresponsable. No creo que tengamos ya más avisos, ya se nos ha dicho todo; ahora solo hace falta determinación y coraje para llevar a cabo aquello que, por fin, ya vemos que es lo único que tiene sentido.

Texto publicado originalmente como capítulo del libro Buscando nuestro momento – Eureka 

Por: Joan Antoni Melé | 17 de abril de 2013 | 3 comentarios »

La cometa de José Luis Sampedro

La cometa de SampedroA veces es complicado andar nuestro propio camino, y no digamos dejar alguna huella. Lo consiguió, sin lugar a dudas, el escritor y economista José Luis Sampedro, que nos dejó hace unos días y a quien me gustaría recordar también en este blog.

Conocido por su compromiso social, Sampedro no se conformaba con pasar por el mundo sin más, sin levantar la voz ante lo que consideraba inaceptable o proponer alternativas.

“Es justo reconocer que la ciencia económica ha progresado mucho, especialmente en sus técnicas instrumentales. Pero, ¿en qué dirección? ¿Buscando nuevos caminos ante el fracaso o involucionando hacia una torre de marfil?”, se preguntaba el autor de Economía humanista: algo más que cifras en su discurso de nombramiento como miembro de la Real Academia de la Lengua, allá por 1991.

En esta misma faceta suya, quizás menos popular, de economista, me quedaría con una imagen a la par precisa y preciosa que supo dibujar con palabras:

“La libertad vuela como las cometas. Vuela porque está atada. Usted coja una cometa y láncela, no vuela. Pero átele una cuerda y entonces resistirá al viento y subirá. Cuál es la cuerda de la cometa de la libertad: la igualdad y la fraternidad. Es decir, la libertad responsable frente a los demás”.

Solo cooperando, construyendo entre todos un mundo más justo, podemos hacer volar nuestra cometa de la libertad, y añadiría que también de la felicidad. No nos quedemos con las ganas de actuar, hagámoslo cada día en la medida de nuestras posibilidades, siempre mayores de lo que somos capaces de imaginar; solo así viviremos plenamente.

Por: Joan Antoni Melé | 1 de marzo de 2013 | 1 comentario »

De la indignación al compromiso: adiós a Stéphane Hessel

El ejemplo de compromisoEl pasado jueves nos llegó la noticia de que Stéphane Hessel había fallecido en París a la edad de 95 años. A pesar de que no tuve la oportunidad de conocerle en persona y que le descubrí recientemente con motivo del 15-M a través del libro ¡Indignáos!, y más tarde de su segunda parte, ¡Comprometéos!, siento una gran admiración hacia él por diversos motivos.

Era un hombre que luchó toda la vida contra los abusos sociales y la explotación de las personas, lo cual le llevó a participar (en el año 1948) en la redacción de la Declaración Universal de los Derechos Humanos. Con la reciente crisis económica supo despertar a millones de ciudadanos, sobre todo jóvenes, primero a través del sentimiento de indignación con todo lo que está sucediendo, y luego a través del compromiso con el cambio. Indignación, como señal de despertar, y compromiso, como señal de coherencia, podrían ser las dos palabras básicas con las que podríamos caracterizar la vida de Stéphane Hessel.

Es sorprendente, y debería hacernos pensar, que habiendo vivido la segunda Guerra Mundial y sobrevivido a los horrores del nazismo, él consideraba que la época actual era aún más grave, porque el modelo económico del capitalismo liberal y la obsesión por el crecimiento han llevado a una globalización de la pobreza y de la explotación humana. Entre los nuevos horrores de esta época, quizás más difíciles de advertir que los horrores del pasado, Hessel destacaba la pérdida de poder de los Estados y la tiranía de los poderes financieros mundiales. De nuevo nuestra libertad está en peligro y ya estamos tardando demasiado en reaccionar.

Pero la cualidad que más admiro en él, y con la que me siento totalmente identificado, es que ha seguido luchando hasta morir. A mí también me gustaría morir “en combate”, a la edad que sea, cuando la agenda de mi destino lo señale, pero siempre con el espíritu joven y con la firme convicción de querer cambiar el mundo. Y cuando veo su ejemplo me animo aún más a seguir adelante, porque me doy cuenta de la gran cantidad de cosas que se pueden hacer en esta vida si no tiramos la toalla y no nos refugiamos en la pálida mansedumbre de una vida cómoda.

Por esa implicación en la vida, y por ese compromiso con la justicia, lo llevaré siempre en el recuerdo y le profesaré un profundo agradecimiento.

Por: Joan Antoni Melé | 29 de enero de 2013 | 15 comentarios »

¿Hay que convencer a los demás? Una experiencia personal

Estoy seguro de que muchos todavía no se creen que la gente común podamos cambiar el mundo. No por su actitud personal, sino porque, por mucho que yo recicle, compre comercio justo o me preocupe por los demás, ¿cuántos hay que todavía no hacen nada y les da igual? ¿Cuántos aún no han abierto los ojos y están esperando que el cambio simplemente aparezca o que venga desde arriba, desde los que mandan? Tan importante es cambiarnos a nosotros mismos, poco a poco, como convencer a los demás para que lo hagan, para que actúen. Pero, qué difícil que parece a veces, casi una misión imposible…

El propósito de estas líneas es contar mi modo de verlo, por si puede inspirar a alguien, en particular desde mi experiencia, promoviendo unas finanzas más éticas a través de la propuesta de banca con valores de Triodos Bank. En unos años, el banco ha pasado de ser considerado como una aventura interesante pero incierta por la mayoría de los que nos conocían, a ser la opción de ahorro normal de más de 100.000 personas.

Por eso, creo que quizás esta experiencia puede tener algún valor para los que quieren contagiar un cambio hacia una sociedad más humana y saben que solo seremos capaces de conseguirlo si sumamos. No es ninguna receta compleja, ni exacta. Para mí, si quieres animar a alguien a cambiar tienes que comenzar por respetarlo, que incluye respetar también su modo de actuar, por mucho que pueda disgustarte. Lo peor que se puede hacer en esta vida, por muy tentado que se pueda estar de ello, es ir repartiendo lecciones por el mundo. Algunas veces, aunque con buenas intenciones, puede parecer que en lugar de convencer, lo que queremos es prácticamente vencer al otro, mostrar que somos mejores.

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Por: Joan Antoni Melé | 8 de enero de 2013 | 14 comentarios »

Si hay una masa crítica que se mueva con valores, los mercados cambiarán

Logo Para Todos La 2¿Otra economía es posible? Me lo preguntaban ayer en una entrevista en el programa Para Todos La 2, de TVE, en el que tuve ocasión de hablar de Triodos Bank y de una sociedad y unas finanzas más humanas.

Estoy convencido de dos cosas. No será fácil que la economía cambie, pero al mismo tiempo es absolutamente posible. Cuando tengamos una masa crítica de personas que se muevan por valores, como pude comentar en el programa, los mercados van a cambiar. Contra eso no se puede luchar.

Si queremos que el mundo cambie, tenemos que cambiar nuestra relación con el dinero, hacerla consciente y acorde con nuestros valores. No dejemos pasar la oportunidad.