¿Es la especulación financiera positiva para la sociedad? Lo han defendido y, por mucho que pueda parecer increíble, así lo siguen haciendo muchos economistas. Pero Robert J. Shiller, uno de los tres ganadores del último Premio Nobel de Economía y defensor de la inversión responsable, no se encuentra entre ellos.
Quería compartir con los lectores la breve fábula del señor feudal que cobraba por dejar pasar por un río, un símil sobre la especulación que recoge Schiller en un artículo reciente.
Desde siempre, navegar por el río que atravesaba las tierras del señor feudal había sido libre y gratuito. Sin embargo, un día este tuvo la gran idea: instalar una cadena en el lugar y contratar a un cobrador para obligar a los barcos a pagar por pasar.
Se podría pensar que el señor cobraba por alguna mejora introducida en el río, algún cambio con coste pero beneficioso para la sociedad. No obstante, como escribe Shiller, este no era el caso. “No hay nada productivo respecto a la cadena”, y además “si suficientes señores feudales a lo largo del río siguieran su ejemplo, su uso podría verse afectado seriamente”.
Como en la fábula, según el Nobel, la especulación solamente genera beneficios para los que la practican y no aporta nada a la sociedad. Va más allá, con una afirmación que, por desgracia, sonará a muchos: los especuladores “buscan los mejores acuerdos comerciales, creando una ‘externalidad negativa’ para aquellos que no forman parte de la partida (…) endilgan malos activos a inversores menos conocedores”.