Hoy quiero hablar de una tema que, según el ámbito en que lo comento, veo que provoca malos entendidos y en algunos casos fuerte polémica. Pero lo considero importante, y por eso lo expongo, en cuestión de ideas hay que ser prudente, pero también hay que ser audaz.
Me encuentro con demasiada frecuencia con personas que defienden una idea u opinión que parece ser la única aceptable en función de si se es de derechas, o de izquierdas, o progresista, o moderado, o conservador… Y cuando no compartes alguna de las ideas en cuestión, inmediatamente se te cataloga en el sector opuesto del que corresponde al que está hablando, y casi siempre se hace en tono peyorativo: eres un facha, eres un rojo, eres un librepensador peligroso, eres un carca católico, eres un capitalista, eres un comunista…
Cuando nos anclamos en una idea u opinión y no la sometemos periódicamente a examen, si no nos esforzamos en escuchar aquellas ideas tan diferentes a las nuestras que nos chocan de entrada, que nos parece que no son lógicas cuando en realidad solo son diferentes a nuestra lógica, cuando, en el fondo, tenemos miedo a pensar en libertad, entonces estamos sentando las bases de la separación y del conflicto. Si las ideas nos separan es porque pensamos mal, porque el pensar y la palabra están hechos para unir.
Bien, me centraré en esa idea que no comparto. Desde hace muchos años frecuento, tanto por mi vocación social como por mi trabajo, círculos y ambientes que se consideran progresistas, sociales, solidarios.
Leer el resto de esta entrada »