Cuánta gente hay que parece tener respuesta para todo, a quién le ruboriza hasta el extremo la posibilidad de ser sorprendido en un instante de duda, como si no tener la solución o una opinión sobre cualquier tema fuese síntoma de debilidad.
No creo que lo sea. En realidad, lo valiente es permitirse dudar y ser capaz de hacerse cualquier pregunta. Los que ya me conocen, sabrán que por mi profesión siempre destaco una cuestión que me parece clave: ¿por qué no preguntamos a nuestro banco qué hacen con nuestro dinero? Para esto, hay que tener el coraje de reconocer que la respuesta puede ser inesperada, o no gustarnos.
El motivo de la reflexión es la entrevista que me han hecho desde el blog de la web Dontknow, que comparto aquí para los que deseen leerla. Bajo el lema “I only know I know nothing”, presentan este proyecto como “la red social que te ayuda a tomar las decisiones importantes de tu vida”.
Desde aquí les deseo suerte en el propósito por el que se mueven y que comparto, porque creo que el destino de una sociedad es la suma de las decisiones personales de cada uno. Estoy convencido de que es solamente actuando apoyados en ideas como la transparencia, la conciencia, la responsabilidad individual y la libertad que podremos avanzar como personas y como sociedad.