He tomado prestado este título de un maravilloso libro de poesías escrito conjuntamente por Federico Mayor Zaragoza y María Novo, a los que considero amigos y maestros, y cuya lectura he recomendado y recomiendo muy vivamente. Un título que me transmite confianza y serenidad para abordar, precisamente, un mal muy presente en nuestros días: el miedo.
También quiero considerarlo como una declaración de intenciones: quiero vivir en un mundo en el que no habite el miedo, y quiero que en mi corazón no habite el miedo. Pase lo que pase, y sean cuales sean las circunstancias personales y sociales en las que me encuentre, declaro solemnemente que no dejaré que me invada el miedo.
Confío plenamente en la vida y en lo que me pueda deparar el destino, y lo único que debo hacer es dar lo mejor de mí mismo en cada situación. Este es mi compromiso hacia mí mismo y hacia los demás, y haré todo lo posible por contagiarlo a quienes me rodean.