
Blog de Sergi Caballero
Sé que Internet y en especial las redes sociales son una oportunidad para muchas cosas, como una mayor participación social, que no es poco en la carrera de fondo colectiva para ir cambiando el mundo. De hecho, para nosotros, Triodos Bank, estar en las redes es básico para cumplir con nuestro deber como banca transparente. Es decir, explicar lo que hacemos y responder a todo lo que nos quieran preguntar.
Pero una cosa no quita la otra. Será por una cuestión de edad o de carácter, pero yo prefiero la palabra, el cara a cara. Hoy por hoy sigue siendo algo insustituible para entenderse, e intentaré concretar un poco más.
Hace unos meses Sergi Caballero nos dedicó un interesante post en su blog titulado Cosas que Triodos Bank debería mejorar. Y no pretendo ser irónico con lo de interesante. Aunque de forma crítica, Sergi exponía diversos puntos en los que pensaba que no nos merecíamos un excelente, ni un notable. Tampoco ni siquiera un bien o un pobre aprobado raspado.
Tan interesante me pareció su texto que, cosa que no siempre es posible, decidí preguntar si querría que nos viésemos en persona. Podíamos haber respondido a sus críticas y dudas (sobre el ingreso de efectivo en Triodos o los servicios para empresas, entre otros) por escrito, pero seguramente el resultado no hubiese sido el mismo.
En primer lugar, yo no habría conocido tan a fondo sus inquietudes como cliente de Triodos Bank. Y tampoco estoy seguro de que a él algunos temas le hubiesen quedado tan claros como me pareció tras ver la entrada que publicó en su blog tras nuestra reunión, titulada Una hora con Joan Melé.
No es que haya que fiarlo todo a un supuesto e insuperable poder de convicción en persona. Cuesta más esconderse o mentir en persona que a distancia, pero también es posible. Sólo hay que pensar en Colin Powell defendiendo ante el Consejo de Seguridad de la ONU que en Irak había armas de destrucción masiva, valiéndose incluso de mapas pergeñados a su antojo para demostrarlo.
Pero es difícil de contestar el hecho de que, cuando no hay contacto personal, el peligro de malentendidos se multiplica. Que se lo digan a una pareja que no se ve en persona y debe resolverlo todo por teléfono.
Contra la cultura del pim-pam-pum
A través de la palabra se evitan algunos pim-pam-pum muy efectistas pero que no llevan a ninguna parte. Con la relación personal y el diálogo es más fácil preguntar y conocer… para luego seguir criticando si es preciso.
Porque hay que quejarse, pero en serio. Yo también formo parte de esta cultura de muchos lamentos que luego no llegan hasta el final, quedándose en meras críticas en vez de construir alternativas. Pero habría que cambiarlo, y pronto.
Humildemente, desde Triodos Bank nos marcamos la meta de escuchar, por la vía que sea, a nuestros clientes y la sociedad. Claro, alguien me dirá que ni yo ni otros compañeros van a poder reunirse con todo el mundo, por muy interesante que sea lo que tienen que decirnos. Pues es una pena, porque estar frente a alguien es un placer, sobre todo cuando no piensa como tú y te pone a prueba.
Agradecemos todas las opiniones, vengan de quien vengan y como vengan. A través de los comentarios de este blog, de nuestras oficinas, de nuestros perfiles en redes sociales.
No siempre va a ser fácil, pero aquí estamos, para entendernos.
Impresiona que el subdirector de un banco se reúna tan fácilmente con un cliente. Es muy de agradecer. Pero evitaría algún recelo hacia las redes sociales que me ha parecido detectar…
Yo no percibo ese recelo. Lo que creo comprender es que le da mucha más importancia al cara cara, a la persona en sí, que no a las redes sociales, que son una buena herramienta de comunicación, pero poco más.
Saludos
Ciertamente, la comunicación es esencial en las relaciones entre partes, y la manera en que tiene lugar es decisiva para su calidad. En este sentido, no hay nada que mejore o iguale al tú a tú, pues es la forma de comunicación más rica.
Por esta razón, desde mi punto de vista considero imprescindible que pueda darse este contacto en cualquier tipo de relación, y en particular en el marco de las relaciones comerciales, donde lo considero parte de los principios empresariales de todo proveedor que busque ofrecer el máximo beneficio real a sus clientes. Para el que tenga interés, hablo de esos principios en la web a la que enlaza mi nombre.
Con esto, y aprovechando que invitas a ello, lanzaría una propuesta de mejora a Triodos para acercarse más presencialmente a sus clientes, especialmente a quienes la sucursal más cercana nos pilla a más de 2h en coche. Sé que abrir una sucursal bancaria conlleva un gran esfuerzo, pues tuve la experiencia de conocer su funcionamiento desde dentro durante un tiempo en que trabajé para una caja, pero al menos yo, no necesito una sucursal como tal, me podría apañar con una oficina desplazada, o cualquier otro tipo de representación que conllevara menos esfuerzo, menos gastos, y menor riesgo, pero que permitiera lo realmente importante, ponerle una cara a mi banco, y de paso, dejar así sin argumentos a familiares y amigos que tras hablarle de la entidad toman esto como excusa para descartar a Triodos como opción de banco.
Un abrazo,
Interesante reflexión Joan la cual comparto en la mayor parte. Hay algo, como detecta Marta, que denota cierta negatividad hacia la forma de comunicación de hoy en día y en como esta cambiando esto a las personas. Tienes toda la razón, cuando dices que una comunicación cara a cara es mejor, por la fluidez, por la cercanía (las personas necesitamos relacionarnos), por las percepciones no palpables a través de un aparato electrónico… Pero es que para mi, el problema esta en pensar en sustituir esas relaciones tú a tú. ¡Eso nunca! Es cierto que la vertiginosa evolución nos tienta a pensar que algún día no necesitaremos de otros seres humanos, pero estamos a tiempo de controlar la evolución hacia un modelo mejor, un modelo sostenible…
Pensemos y explotemos la parte positiva y las puertas que esta abriendo y abrirá en futuro. Libertad sin fronteras, democracia en esencia(una real, un poder del pueblo), y una sociedad sin clases ni razas, solo seres humanos que piensan y crean. Es cierto que es un arma de doble filo y gente con dudosos intereses existen en todos lados y siempre lo harán. Aprendamos a manejar nuestra libertad y evolucionemos juntos hacia un modelo que esta aún por construir.
Su banco va en la línea de cambiar una parte de todo esto y las redes sociales le ayudan y le ayudarán a difundir un mensaje de progreso sostenible que debería calar en todas esas mentes despiertas en busca de una opción.
Agradecerle su dedicación a esta bitácora, sin la cual tendríamos MUCHA menos información sobre Triodos o sobre su persona, en definitiva, menos ideas para guiar el cambio, nuestro cambio.
Un saludo,
Adalberto P.
Hola Manuel. Gracias por tu comentario en torno a la comunicación. Aquí me centraré en tratar la cuestión que planteas sobre oficinas. Prevemos poder abrir más oficinas próximamente, aunque como dices esto supone un desarrollo muy importante que requiere tiempo y unos recursos considerables y la política de Triodos Bank es mantener un crecimiento orgánico y sensato.
Sin embargo (y quizás sirva como argumento para familiares y amigos) se pueden contratar los productos de Triodos Bank a distancia y operar fácilmente con nosotros sin necesidad de contar con una oficina próxima, a través de Internet, teléfono y correo postal. Y para disponer de efectivo se puede utilizar una tarjeta de Triodos en los cajeros de la red Servired. De hecho, la apertura de una red de oficinas es algo novedoso en el modelo de Triodos Bank, presente en Holanda, Bélgica, Reino Unido y Alemania, donde nuestros clientes operan con nosotros por medios alternativos. De todos maneras, entendemos que en nuestro país estamos más acostumbrados al aspecto presencial, por lo que se prevé la apertura de nuevas oficinas que mencionaba. Un saludo.
Joan
Es curioso, como expone Manuel Adán, que la falta de oficinas es una excusa recurrente.
- No tienen oficinas, no me fío!
Y yo les digo: en el, pongamos el caso de las preferentes, ¿de qué les ha servido entablar amistad con el director de su caja X o su banco Y? de nada, sólo para acabar viendo como se intercambian a directores entre oficinas como si se tratase de cromos.
Dicho lo cual, yo también soy de la cofradía del cara a cara, aunque ante todo prefiero tener un banco con el que puedo comunicarme (sea por la vía que sea) y del que recibo una información transparente y fluida, del que da la sensación que cualquier cliente con algo que aportar puede reunirse con su subdirector…que un banco con oficina que se dedica a dorarme la píldora y a ofrecerme productos pestilentes sin parar sólo para que sus objetivos del mes queden cubiertos.
Me río yo de los que dicen lo de las oficinas… bien que muchos se iban a ING porque les daban el 4%, a costa de financiar empresas armamentísticas, entre otras cosas turbias.
Pero claro, si te dan el 4%… ¿Quién quiere oficinas?
Nosaltres també som clients i coparticipants de Triodos i us volia manifestar que he trobat que heu provocat i produït un procés molt exemplificant. En Sergi Caballero ha qüestionat aspectes del funcionament de Triodos, en Joan Malé els ha recollit i ha buscat el diàleg, sembla que heu quedat prou entesos, però no ho heu deixat aquí, un i altre heu parlat de les conclusions de manera positiva amb respostes a les qüestions plantejades; no em calia, però la veritat és que aquesta actitud genera confiança en el banc i parla molt en favor d’ambdós, perquè mostra un interès net que no es queda en la crítica, sinó que busca respostes i solucions de manera franca i en benefici de tots. Gracies.
Joan, después de leer tu libro y escuchar varias charlas por internet, me decidí a abrir una cuenta en Triodos. Lo cierto es que me he hecho un comercial anónimo de la causa. En realidad te quería preguntar por qué no le dijiste a Jordi Evole, lo que tú cobras en el banco. No me esperaba esa reacción tuya, al contestar a la pregunta bajaste el tono de voz y aceleraste la pronunciación como si tuvieras algo que esconder algo, al fin y al cabo, la transpariencia debe empezar por uno mismo. Espero que vuelvas a observar cómo reaccionaste.
Eugenio Lecumberri
Un saludo