Las 4S de la alimentación ecológica

Por Ricardo Colmenares, director de la Fundación Triodos

¿Dónde está el valor de la alimentación ecológica? En una reciente charla organizada por Fundación Triodos, la doctora Dolores Raigón, catedrática de la Universidad Politécnica de Valencia y especialista en alimentación, desgranó en el Herbolario Navarro de Madrid las 4S de la agricultura ecológica: Sostenibilidad, Seguridad, Sabor y Salud.

alimentos ecológicos

Un póquer de razones para elegir ecológico

1) Sostenibilidad

La agricultura ecológica prescinde de fertilizantes químicos y sustancias fitosanitarias de síntesis, que requieren de un elevado gasto de energía en su fabricación. Sin utilizar estos elementos, también se evita el riesgo de contaminación sobre el aire, el suelo y el agua y el impacto sobre la biodiversidad.

Esta forma de agricultura más sostenible es, también, una alternativa al gigantismo. Es decir, a la gestión de enormes superficies de cultivo que hace necesario el despliegue de maquinaria pesada y, en consecuencia, compacta el suelo, destruye su estructura y lo hace más susceptible a la erosión por agua o por viento. La agricultura convencional crea extensas zonas homogéneas en el paisaje que disminuyen la capacidad del ecosistema para recuperar la estabilidad ante una perturbación, como una plaga o meteorología extrema.

Del impacto ambiental, se derivan consecuencias sobre el ser humano. Como indicaba la Dra. Raigón, es preocupante el número tan limitado de variedades de cultivos y razas domésticas que utiliza la agricultura y ganadería convencional, lo que incide en la erosión genética, o pérdida de variedades locales. La agricultura ecológica promueve el cultivo de estas preservando, entre otros, los valores nutricionales y gustativos asociados.

Con aún mayor relevancia, las propias Naciones Unidas han reconocido el papel que puede jugar la agricultura ecológica en el futuro para satisfacer las necesidades alimentarias de la población mundial, animando a los Estados a apoyar el desarrollo de estos sistemas sostenibles de producción de alimentos.

2) Seguridad alimentaria

Aspectos de actualidad como el exceso de nitratos en alimentos o en el agua en regiones de horticultura intensiva, por el inadecuado manejo de fertilizantes y fitosanitarios de síntesis, son dignos de atención. Han llevado, incluso, a recomendar que los menores de un año no consuman acelgas y a no utilizar el agua potable en algunas localidades.

En los cultivos hortícolas ecológicos existe una menor concentración de nitratos, como demuestran las investigaciones expuestas por la Dra. Raigón en el curso de su charla, también recogidas en la obra Alimentos ecológicos: calidad y salud, editada por la Consejería de Agricultura y Pesca de la Junta de Andalucía.

La investigadora incidió en el uso de aditivos alimentarios en alimentos, como colorantes en los huevos de gallina, piensos con soja y maíz transgénico para gallinas ponedoras, harina refinada en el  pan o antioxidantes artificiales en frutas procesadas. Un elemento más para reflexionar en el momento de escoger un producto convencional o uno ecológico.

3) Sabor

El mejor sabor de los productos ecológicos va más allá de la impresión personal. A partir de ensayos experimentales, la Dra. Raigón mostró datos de cómo la fruta ecológica contiene menos azúcares pero también mucha menos acidez, dando como resultado un mayor equilibrio y sabor. Otras veces, las variedades locales, más sabrosas, no gustan a nuestros paladares acostumbrados a gustos más átonos. Sin embargo, estos sabores indican, a menudo, un alto contenido en nutrientes esenciales.

Por otro lado, por unidad de peso, los productos cultivados de manera convencional contienen más agua. Así, este hecho pone en cuestión también el precio que estamos pagando y hasta que punto resultan más caros los ecológicos.

4) Salud

¿Son más sanos los productos ecológicos? Para llegar a una conclusión, es preciso ver la pérdida de vitaminas y minerales de los alimentos convencionales, registrada en estudios científicos. Existen datos en verduras como el brócoli que, en el período 1985-2002, habían perdido hasta un 73% de calcio. La vitamina B6 de los guisantes había disminuido hasta un 77%. La vitamina C de las fresas se había reducido en un 87%. Esto significa que, con los sistemas de producción de alimentos predominantes, compramos alimentos con más contenido en agua y menos nutrientes.

En estudios experimentales comparados entre alimentos ecológicos y convencionales (ver bibliografía de Alimentos ecológicos: calidad y salud), el contenido de nutrientes beneficiosos para la salud suele ser significativamente superior en los cultivados con prácticas ecológicas. En el caso de  la carne, esta contenía significativamente más porcentaje en proteína y menos grasa. Por cada gramo de grasa en una hamburguesa ecológica, obteníamos 15 gramos de proteína; cuando en una muestra convencional se llegó a obtener un gramo de proteína por cada gramo de grasa. Además, analizando los componentes de esa grasa, los ácidos grasos más sanos, los poli y monoinsaturados, están presentes con valores más altos en la carne ecológica.

Uno comentario a “Las 4S de la alimentación ecológica”

  1. Boletín Biotropía

    […] “Las 4S de la alimentación ecológica” (Ricardo Colmenares en el blog Dinero y Conciencia) […]

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