El dinero es vida
Comprendo que pueda sorprenderles el titular. Pero el dinero son relaciones humanas y vida. Cuando lo utilizamos nos estamos relacionando con los demás, mejor o peor. Y, como explicaba en una ponencia con ocasión de la III Conferencia Internacional sobre Agricultura Ecológica y Financiación, organizada esta primavera por la Fundación Triodos, ahí está el problema. Gran parte de esta crisis viene de haber dejado que nuestro dinero lo muevan otros sin demasiados miramientos, en lugar de usarlo de forma responsable.
De alguna forma, hemos perdido el control de nuestro dinero y, por lo tanto, también el de nuestra vida. Pero, ¿podemos recuperarlo?
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Para mí la respuesta es un rotundo SÍ. Pero para eso primero debemos ser conscientes del problema.
Como decía en la charla Dinero y vida, tenemos que ser capaces de imaginar que somos órganos de un mismo organismo. Nuestra vida depende de la de los demás. Cuando alguien sufre y hacemos como si nada ocurriese es como si se me gangrenase el pie y me diese igual. El final de la historia será, desgraciadamente, muy previsible. ¡Eres tú! ¡Cuando el otro sufre, tú también estás sufriendo!
Hoy más que nunca es momento del apoyo mutuo. De relacionarnos como seres humanos, que incluye usar nuestro dinero de forma responsable. El precio de las cosas es importante, sobre todo para el que tiene poco dinero. Pero no lo es todo. No miramos sólo el precio cuando pensamos en la mejor escuela para nuestros hijos. No lo hagamos con otras cosas, como cuál es nuestro banco, lo que comemos o nuestro coche.
Todo tiene consecuencias. El dinero puede crear vida, pero también destruir la sociedad, la economía y el medio ambiente. Nuestra vida depende, entre otras cosas, de que sepamos utilizarlo.
5 comentarios a “El dinero es vida”
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Con toda esta crisis y esta obsesión planetaria por el crecimiento continuado de las economías, no puedo más que pensar en la necesidad de que economistas y políticos reciban unas cuantas clases de ecología básica:
1. Vivimos en un planeta finito y el crecimiento exponencial y sostenido es imposible, no existen recursos suficientes que lo sustenten, de ahí que “la supervivencia del más fuerte” ayude a equilibrar la naturaleza. Entonces, ¿por qué esa obsesión por hacer crecer las economías de forma infinita y a cualquier precio?
2. Deberían leer las teorías de Gaia y su concepto de “medicina planetaria” una suerte de quid pro quo de la Tierra. O simplemente el aprender que toda actuación tiene una consecuencia, quizás no delante de nuestras narices, pero como el batir de alas de la mariposa lo pueda estar teniendo en la otra punta del mundo.
Estoy de acuerdo, el dinero ha de morir en su sentido tradicional. Hemos de infundir conciencia en el uso que hacemos del dinero y dejar de manchar nuestras manos con el “ojos que no ven corazón que no siente”.
Estimado Joan, he escuchado sus charlas en youtube y me han encantado por todo: su filosofía, sobre su idea de la educación y la economía de mercado que es egoísta, aberrante y destructiva para la sociedad.
Estoy muy feliz de haberle conocido -aunque sea por internet- porque me ha ocurrido una cosa digna de que se la cuente, verá.
Hace poco más de un mes he empezado a escribir un libro cuyo tema es hacia donde camina la mentalidad del ser humano y cómo va evolucionando y hacia adonde camina, con respecto a lo trascendente. Es un ensayo futurista donde intento ver mi punto de vista sobre el hombre en un futuro no muy lejano. Y entonces es cuando descubro por internet que existe alguien que parece haber salido de mi libro que aún no he acabado: ¡usted!. Imagínese cómo se me ha quedado el cuerpo.
Así pues, al escucharle me he animado aún más a seguir escribiéndolo y darle conclusión.
Escríbame a la dirección que he puesto en el casillero, por favor. Además quisiera regalarle un libro que mi padre, q. e. p. d., escribió, Manuel Aguirre Rodríguez, y yo publiqué a petición suya cuando estaba en la UVI. Lo estoy regalando a personas que creo que le puede interesar.
Gracias
Laura Aguirre
Perdone mis faltas de puntuación y redundancia, es tarde, estoy cansada y no tengo la opción de rectificar los errores. Lo siento.
Me encanta su discurso Sr. Melé, no puedo estar de acuerdo con sus ideas. Yo ya soy clienta de Triodos, desde que fuí consciente del uso especulativo de los bancos y ya no fui capaz de mantenerlo en dichas entidades.Respecto a las donaciones dedico alrededor del 20% de mis ingresos, que no son precisamente elevados,soy docente con reducción de jornada por el cuidado de un ascendiente dependiente. Pero, es curioso, como bien dice, yo confío en que no me va a faltar y, hasta ahora y, llevo ya muchos años, nunca me ha faltado. Cada vez estoy más convencida que la mejor inversión que hago es la donación. De entrada es la satisfacción de compartir y, a la larga, siempre te aporta beneficio.
Al hilo del comentario de Luna, sobre las clases de ecología que deberían recibir políticos y demás basurilla…
Esta crisis está inventada para parar el movimiento surgido en todas partes del mundo que pedía un cámbio a los gobiernos del grupo G7 y G20. Una reducción en la emisión de CO2, un control a los alimentos trasgénicos, un reparto de la riqueza más equitativo…
Ahora solo se habla de rescates, prima de riesgos, abaratar despidos, recortar y recortar. Hemos vuelto tan atrás que hemos olvidado lo más importante… Se nos acaba el tiempo para que el efecto invernadero acabe esta crisis con otra mucho más grave y sin remedio.