Por: Joan Antoni Melé | 6 de noviembre de 2012

¿Decrecimiento económico o consumo responsable? Cambiando de rumbo (I)

¿Decrecimiento económico?

¿Retroceso o cambio de rumbo?

El movimiento por el decrecimiento económico -con raíces en las teorías de la economía ecológica de los 70- está hoy presente en la mayoría de debates de tipo social y económico, y veo que provoca miedo en unos, en aquellos que no quieren renunciar a su forma actual de comportamiento, y dudas en otros, porque se plantean cómo se saldrá de la crisis si además ahora propugnamos un decrecimiento económico.

La pregunta es muy interesante, y por supuesto no fácil de responder.

El consumo cultural como respuesta

Pero existe una idea que creo que aportaría alguna respuesta a la dualidad decrecimiento económico-creación de empleo. Lo que en realidad tiene que decrecer no es la economía, sino la continua producción y gran parte del consumo de bienes materiales; porque el planeta ya no lo puede soportar, y porque además no tiene sentido.

Entonces, ¿cuál sería la alternativa sostenible para crear empleo? Como también se recoge en el reportaje central del último número de la revista de Triodos, El Color del Dinero, propongo incrementar el consumo cultural.

A nivel económico, esto significaría que estaríamos dispuestos a destinar cada vez más dinero de nuestros recursos a actividades artísticas, educativas, de crecimiento personal, de investigación científica, etc., en vez de destinarlo al consumo de bienes perecederos.

Además, la ventaja de la cultura, como actividad espiritual que es, es que no solo no se consume nunca, sino que tiene efectos multiplicadores. La cultura no desaparece una vez consumida, y, por tanto, tampoco tiene el efecto posterior de desencanto o de frustración que tiene el consumo material. La cultura nos mantiene en un estado de serenidad y de plenitud permanente, y aquello que aprendemos se convierte en parte de nosotros mismos para siempre. Y además nosotros también lo podemos transmitir a otros sin que por ello dejemos de tenerlo.

Estoy convencido de que el único camino viable en el futuro para el ser humano es el de la libertad y el amor, y esos dos ideales pasan por desarrollar la cultura. ¿Compartes esta opinión?

13 comentarios a “¿Decrecimiento económico o consumo responsable? Cambiando de rumbo (I)”

  • Jorge dice:

    Me parece interesante la conexión entre sostenibilidad y cultura que se hace. En la sociedad actual tengo la sensación que la cultura queda relegada a poco más que un entretenimiento para cuando llega uno hastiado del “curro”. No lo digo por la calidad que pueda tener la cultura que consumimos, sino por el papel que se le otorga.
    Como yo lo entiendo, la cultura debería ser una herramienta de peso dentro de nuestro sistema, una pieza dentro de un engranaje más grande.
    Si queremos llamarnos sociedad del conocimiento, la cultura debería ser básica en la transmisión de valores y conocimiento, de forma que estos puedan ser aplicados luego al estilo de consumo, producción y gestión de la sociedad que queramos construir.

  • Pablo dice:

    Estoy de acuerdo con todo lo que se ha dicho y creo que parte de la solución de esta época, se ha descrito en los textos anteriores. Todos debemos abrir nuestras mentes y nuestros corazones a nuevas formas de percibir el mundo y la humanidad. Ese es el primer paso para poder hacer cambios en uno y luego en los demás.

  • Matías dice:

    Suena bien. Realmente no estoy seguro de que podamos dejar el materialismo atrás, pero me parece imprescindible buscar formas alternativas de consumir y de crear empleo.

  • Sandra dice:

    Estoy de acuerdo con el decrecimiento económico, y de un tiempo a esta parte he ido cambiando mis hábitos de consumo para no estar de acuerdo solo con la teoría.

    También pienso que cambiar nuestro consumo material por el cultural es un buen camino a escoger, pero me encuentro con varias contradicciones si me adentro en esta vía.

    Sinceramente, me parece que muchas veces los precios de según qué cultura son desorbitados y totalmente injustos. Los casos los conocemos todos/as: libros (incluso los electrónicos), música, cine, teatro… Sinceramente, yo con mi dinero no quiero hacer (más) ricos a los artistas para que luego vayan a pagar impuestos a Miami y, especialmente, a las editoriales y discográficas, que se suelen quedar con la mejor parte del pastel.

    Sí, definitivamente, apuesto por la cultura más que por los bienes perecederos, pero la que sea accesible a todos/as.

    • Ángel dice:

      Consumir cultura local no tiene que ser de coste elevado.
      Hay música y artistas con el lema “el precio lo pones tu”
      Como ejemplo busca Luis Guitarra y asociación “Como Tu como Yo”

  • ALBERT CARRERAS dice:

    Buenas,

    Y también importante sería redistribuir el “valor” actual de los bienes/servicios de consumo, incluyendo los de carácter cultural.

    Producir y consumir es inherente y necesario en nuestras sociedades, por lo que también es necesario revalorar lo que compramos y/o consumimos, pasando por cambiar nuestras prioridades en el “cuánto pagaría por” (y del “cuánto beneficio saco de”).

    Pero concienciar sobre la ética del consumo, tanto a consumidor como a empresarios, requeriría tantos cambios sociales… Que puede parecer utopía su planteamiento.

  • Pablo Díez de la lastra dice:

    Precisamente el otro día se me ocurrió la misma solución para activar la economía y el empleo sin aumentar la explotación de los recursos finitos. Totalmente de acuerdo. Estuve en su charla en la Universidad Europea de Madrid el año pasado, y ahora soy cliente de Triodos y proyecto de emprendedor social (así que puso su granito). Recuerdo que muchas cosas me sonaban a un libro que leía en ese momento (El deber de la desobediencia civil, de Thoureau). También Thoureau es recurrente en mostrar como valorar lo material puede empobrecer la cultura, y en el uso de lo material solo como herramienta para desarrollar la cultura, no como un fin en si mismo.

  • Francesc Bassas dice:

    No nos olvidemos de la creatividad. Hay que invertir en creatividad que es la que convierte la vida en arte y eleva nuestros espíritus.
    Gracias.

  • ¿Decrecimiento económico o consumo responsable? Cambiando de rumbo (I) dice:

    [...] "CRITEO-300×250", 300, 250); 1 meneos   ¿Decrecimiento económico o consumo responsable? Cambiando de rumbo (I) https://dineroyconciencia.es/index.php/decrecimiento-economic…  por difusion hace [...]

  • Sonia dice:

    Siiii, lo comparto. Menos ir a Zara y más al teatro y al cine.

  • Ramiro dice:

    La cultura es muy importante, pero creo que primero habría que hacer incapié en una buena educación, es la cimentaciñon en la que se basa una sociedad y por desgracia en España, la educaciñon es pésima gracias a una casta política que se ha preocupado más de sus propios intereses y en dividir a los españoles.

    En una buena educación se inculcan valores humanos, así como amor a la cultura, a la música, etc.

    Sólo hace falta que los que tienen la responsabilidad de gobernar lleven a cabo una educación de calidad y después esperar varias generaciones para empezar a ver los resultados.

  • Jordi Agulló i Guerra dice:

    Interpreto el decrecimiento como la toma de conciencia de la realidad que
    1.- El planeta es limitado y por tanto los recursos también.
    2.- Por la ventaja histórica de occidente, consumimos todavía el 80 % de productos siendo un 20 % de población, va cambiando la situación, Brasil, la India, China quieren consumir productos, por tanto suben los precios. No es posible el consumo actual de productos, no hay para tantas personas. El decrecimiento es una evidencia. Hay que saber encontrar la sociedad mas sencilla y justa, este es el reto.

  • Marcel·lí dice:

    En este mundo globalizado, donde no tenemos ya sitio con los productores de bienes y servicios de alto valor añadido, parece que la única opción que nos queda es la devaluación interna (más despidos, bajadas de salarios y aumentos de las horas de trabajo) para situarnos al nivel competitivo de los paises emergentes. Ante esa dirección que nos están imponiendo, esta propuesta del decrecimiento cultural, así como la del ecologismo, me parecen los únicos caminos que podemos seguir.Ahora falta el coraje para ello.

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