Por: Joan Antoni Melé | 30 de noviembre de 2012

La contaminación del Yo (y II)

Resistir la tormentaHoy estamos viviendo múltiples y variadas crisis económicas en todo el mundo: en unos lugares es una crisis grave porque falta lo más esencial como alimentos, agua, sanidad y educación, y afecta a más de tres mil millones de personas.

En otros lugares, como por ejemplo España, se ha pasado de la abundancia y el derroche, en algunos casos, a la obligación de tener que poner sensatez y racionalizar el gasto. En otros países, la crisis está más disimulada, aunque también estallará tarde o temprano. Son los llamados países emergentes que han entrado más recientemente en la locura de la producción y el consumo desbocados.

No he encontrado a nadie que en una conversación privada y serena no me reconozca que este modelo social de producción y consumo sin límites es una locura, y sin embargo sigue manteniéndose y fomentándose a pesar de todas las destrucciones y conflictos que provoca.

¿Cómo es posible que suceda todo esto?

¿Dónde están los responsables de semejante locura? Como decía en la primera parte de este artículo, no busquemos fuera, no señalemos a políticos y banqueros o a empresarios, esto no lleva a ninguna parte. Los responsables son nuestros Egos, todo esto es posible porque nosotros lo permitimos y participamos de ello. ¡Es tan fácil seducirnos con la publicidad! O con la codicia, o con el éxito, o con el placer, o con la comodidad, o, cómo no, con la felicidad.

Ahora todo el mundo busca la felicidad, y multitud de psicólogos, coach, religiones o encuentros new age nos quieren ayudar a conseguirla. Otros huyen, desesperados, a través de algún tipo de droga, legal o no. Pero, ¿quién ha dicho que el objetivo de la vida sea la felicidad? ¿Es que no nos damos cuenta de que se nos está sometiendo a un estado perpetuo de infantilismo ingenuo, que va a arruinar nuestras vidas?

La verdadera felicidad es un estado de plenitud, es solo un efecto colateral de encontrar al propio Yo y poder decidir libremente el sentido y el contenido que uno quiere dar a la propia vida.

Y este estado de plenitud y de serenidad puede mantenerse aún cuando todo lo demás a nuestro alrededor se esté derrumbando. Me viene a la memoria el maravilloso poema “Invictus” de William Ernest Henley, que inspiró y dió fuerzas a Nelson Mandela durante todos los años que estuvo encarcelado. Son palabras que infunden sabiduría y coraje.

Más allá de la noche que me envuelve
negra como el abismo insondable,
doy gracias a los dioses si existen
por mi alma inconquistable.
Caído en las garras de las circunstancias
nunca me he lamentado ni pestañeado.
Sometido a los golpes del destino
mi cabeza está ensangrentada, pero erguida.
Más allá de este lugar de ira y lágrimas
donde yace el horror de la sombra,
la amenaza de los años
me encuentra, y me encontrará, sin miedo.
No importa cuán estrecho sea el portal,
cuán cargada de castigos la sentencia,
soy el amo de mi destino:
soy el capitán de mi alma.

11 comentarios a “La contaminación del Yo (y II)”

  • Jorge dice:

    Muchas gracias

  • Carlos Ocho dice:

    Bones Joan,
    La veritat es que aquest article doble m’ha deixat de nou sense paraules. Ja ens conèixem i em parlat… però es que m’ha arribat molt per la situació que visc al meu voltant.

    Aquesta doble pregunta es clau: “Pero, ¿quién ha dicho que el objetivo de la vida sea la felicidad? ¿Es que no nos damos cuenta de que se nos está sometiendo a un estado perpetuo de infantilismo ingenuo, que va a arruinar nuestras vidas?”

    Desde la meva posició laboral i fora de la feina, ara veig que el coaching ja no es tant famòs, sino que ha arribat “La felicitat” (m’imagino la gran coca-cola fent un anunci amb alt presupost per decidir per la societat que és aquesta).

    De la mateixa manera que un número elevat de persones no saben discernir entre amor i plaer, o entre relació sana i codepencia… ara es veu que el “tenir” o “estar” feliç (no ser-ho) es el nou objectiu.

    Ojo marcarse la felicitat com objectiu!

    Mil gràcies pel teu blog!

    8

  • Tomàs Grau dice:

    Buenos los dos artículos y, como dice el poema, pienso que lo que realmente importa es la búsqueda de la libertad del individuo, la libertad de conciencia que no siempre lleva a la felicidad.
    Nacemos libres y hemos de conseguir morir en libertad a pesar de estar físicamente privados de ella, tan sólo la conciencia puede conseguirlo. Muchas veces esta libertad nos supone no ser felices por el gran sufrimiento que vemos a nuestro alrededor producido por la ignorancia.

  • JOan Vergés dice:

    “Feliç-i-tant!”…
    Tinc tants motius per no ser feliç.
    Puc trobar moltes justificacions per sentir-me desditxat.
    A voltes penso fins i tot en negatiu.
    Però decideixo cada dia, aposto cada jorn,trio sempre que puc, ser feliç. Doncs no necessito res de fora. Eligeixo des de la meva consciència. Caic set vegades i me n’aixeco vuit.
    Contaminat? I tant! Llavors, toca descontaminació.
    I aquesta és la lluita: amb mi mateix.
    Sóc viu? Tinc voluntat? Penso per mi mateix? Sento mon cor lliure? Doncs: “Feliç-i-tant!”…

  • Rafael Gálvez dice:

    Fantástico artículo Joan. Muchas felicidades, totalmente de acuerdo. Nadie puede asegura quién es más feliz, si un ciudadano de un país desarrollado que se encuentre acomodado y disponga de todo tipo de bienes o por ejemplo una persona que viva en una tribu en el Amazonas

  • Tino dice:

    La sociedad la hacemos nosotros mismos y permitimos muchas veces todos estos derroches de cosas innecesarias qie se hagan a conciencia nuestra no podemos echarles la culpa sino a nosotros mismos que nos hacemos igual que lo que nos expone y no tenemos las ganas de decir basta con ésta hipocresía,por la comodidad que se nos ofrese éste engaño,un abrazo y a despertar que es hora.

  • María dice:

    Una amiga muy antigua, nacida en República Dominicana y que lleva ya más de 20 años viviendo en Madrid, solía decir que cuando vivía en su país natal no sabía lo que era la depresión, jamás la había experimentado. Desde que vive en España y está rodeada de los bienes materiales que tanto ansiaba tener, ha flirteado alguna vez con la depresión.
    El padre de esta amiga, el señor Guzman, me dijo algo muy sabio que muchas veces es la explicación de algunos de mis problemas; me dijo que “Los teneres dan exclavitudes”.
    Estoy con Tino: A despertar!!

  • Cristina dice:

    Estimado Joan,

    No te imaginas lo que siento cada vez que oigo tus palabras o te leo , me emociona y llenan de significado todos mis valores y creencias de que un mundo mejor es posible. Gracias!!!

  • orbe dice:

    …seducirnos con la felicidad…perpetuo infantilismo ingenuo…!qué razón tienes!, !cuánto miedo tenemos a ser libres!, !libres de verdad!, libres de nuestro ego, capitanes de nuestra alma.

    gracias y suerte en el viaje!

  • Sol Pallares Chiva dice:

    Me gusta. Mandarme info.sobreTriodos.gracias

  • GIORDANO dice:

    Mas que la contaminación del Ego….parece ser que es su misma presencia.. lo que oscurece la capacidad de vivir de una una forma completa y no fragmentada…

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