Ahora que ya nos conocemos
Me llama la atención cómo, cuando dos personas se conocen, en algunas ocasiones hay una conexión intensa casi instantánea. Es lo que nos pasó al conocer a algunos de nuestros mejores amigos, o al menos esa ha sido mi experiencia personal. En esos momentos, sin saber totalmente por qué, todo encaja, resulta fácil y nos parece bien.
Luego el tiempo va pasando y, con él, aparecen las pruebas que debe superar toda relación. Se comparten experiencias y se viven circunstancias variopintas que hacen que, por muy perfectos que fuesen los comienzos, la conexión no siempre sobreviva. De repente, se hacen patentes maneras de ser demasiado dispares, intereses excesivamente distintos o comportamientos del otro que no esperábamos y que no podemos tolerar.
Es fantástico cuando sí tenemos la fortuna de poder entendernos, porque solo es después de este tiempo de conocimiento mutuo cuando los compromisos son reales y las relaciones crecen. Es el momento en el que las dos partes disfrutan de lo mejor de una relación.
Los lectores se preguntarán de dónde me surge esta reflexión, o por qué la comparto aquí. Pienso en muchas de las personas que nos han dado un voto de confianza y han abierto una cuenta en la banca ética. En Triodos Bank, la entidad de la que formo parte. Todos somos diferentes, pero compartimos algunas formas de actuar. Buena parte de nuestros clientes, movidos por el empeño de que su dinero no trabaje en contra de sus valores sino en positivo, concienciados por lo que pasa en el mundo y en nuestra sociedad, llegaron a Triodos Bank abriéndose solo una cuenta de ahorros o un depósito y manteniendo su operativa en una entidad convencional.
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Hemos conectado, pero es entonces cuando tenemos la oportunidad de conocernos mejor. En nuestras oficinas o a través de nuestra web, nuestros clientes pueden comprobar que realmente hacemos lo que decimos y decimos lo que hacemos. Que de verdad trabajamos con transparencia y a favor de iniciativas positivas por una economía más humana. Y también, y no menos importante, comprueban que con nosotros pueden tener las mismas facilidades que en una entidad convencional.
Las personas que desde el principio querían tener la tranquilidad de apoyar solo al modelo de banca ética esperan a ese momento, cuando ya nos conocen bien, para dar el paso y animarse a hacer más auténtico su compromiso con Triodos Bank, utilizando la tarjeta, domiciliando su nómina y sus recibos, haciendo sus transferencias o incluso contratando su hipoteca aquí, aprovechando que ya contamos con una gama de servicios completa para el día a día. Al ver cómo trabajamos, cada vez más personas deciden “mojarse” de verdad y ser partícipes del cambio.
A estos clientes que deciden vincularse más con nosotros, solo puedo darles las gracias y comprometerme con ellos. Decirles que nosotros también seguiremos “mojándonos” por ellos, intentando mejorar cada día y trabajando por la construcción, entre todos, de una economía más humana.
Por una razón muy sencilla: nuestros clientes no son solo cifras porque, como ellos a nosotros, también les conocemos. Sabemos que compartimos valores y la fuerza de cambiar las cosas si de verdad nos lo proponemos, si pasamos del dicho al hecho y seguimos trabajando juntos por ello, y más ahora que ya nos conocemos. Hemos conseguido que los clientes nos presenten a amigos y familiares, pero ahora el siguiente paso en la relación es que nos presenten a empresas y comercios.
Si de verdad queremos cambiar el sistema financiero y construir un mundo mejor, las empresas deben elegir con coherencia cuál será el banco que les acompañe en su camino.